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Análisis funcional de los debates en las elecciones generales de 2008
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2008ko hauteskunde orokorretako debateak: analisi funtzionala

A Functional Analysis of the 2008 Spanish Presidential Debates

Zer_ Vol14, Núm. 27

Recibido el 7 de octubre de 2008, aprobado el 28 de septiembre de 2009.

Resumen
Esta investigación utiliza la Teoría Funcional para analizar los dos debates que enfrentaron a los dos principales líderes políticos en las elecciones generales de 2008. Los candidatos utilizaron más el ataque que el planteamiento de propuestas o las manifestaciones afirmativas. A pesar de ello, se defendieron menos de los ataques recibidos. Los temas sobre política son más comunes que los que se refieren al candidato o al partido. Quien opta a la reelección utiliza más propuestas y ataca en menor medida que el candidato que intenta alcanzar la presidencia por primera vez. Si bien quien ya está en el Gobierno suele esgrimir con más frecuencia los logros pasados en las propuestas y utilizar menos los ataques que quien aspira a la presidencia, en este caso quien optaba a la reelección usó más los ataques referidos al pasado. Los objetivos generales y los temas referidos a ideales y valores son más utilizados para hacer propuestas o manifestaciones afirmativas que para atacar. Estos resultados son similares a los obtenidos en el análisis de contenido de los debates electorales siguiendo la Teoría Funcional en Estados Unidos, Ucrania, Corea del Sur e Israel, por lo que se puede concluir que existen algunas características comunes en los debates políticos que trascienden las fronteras.

Palabras clave: Elecciones generales · Debates electorales · Teoría funcional · Ataques

Laburpena
Teoria Funtzionala azterbide, 2008ko hauteskunde orokorretan lider politiko nagusi biren arteko debateen analisia da ikerketa lanaren gaia. Analisiaren argitan, gutxi erabili da proposamen edo adierazpen baikorren azalpena. Izan ere, hautesleen diskurtsoan erasoa da nagusi, horren aurkako erantzuna eta defentsa gutxitan agertzen bada ere. Politikaren gaineko gaiak maizago agertu dira hautesle edo alderdiari buruzkoak baino. Bestalde, berrautaketara aurkeztu den politikariak gehiago erabili du proposamena erasoa baino. Jakina da gobernuan dagoenaren ohiko joera iraganeko lorpenak nabarmentzea dela, baina aztertu den kasuan politikariak sarriago erabili du aurkariaren iragan politikoaren kontrako erasoa. Edukiak aztertuta, helburu nagusiak eta ideal eta balioei buruzko proposamenak dira ugariak. Gai horiek, ordea, ez dira arruntak izan erasoetan. Analisiaren emaitzak bat datoz, Teoria Funtzionala azterbide, Estatu Batuetan, Ukrainan, Hego Korean eta Israelen hauteskundeetako debateen eduki analisien emaitzekin. Beraz, ondoriozta daiteke debate politikoek badutela, mugen gainetik, zerbait komuna.

Gako-hitzak: Hauteskunde orokorrak · Hauteskunde eztabaidak · Teoria funtzionala · Erasoak

Abstract
This research the Functional Theory to analyze the two debates featuring the two main political leaders in the 2008 Spanish general elections. These confrontations between candidates have been analyzed from the perspective of political communication (debates were also held in 1993). Candidates in these messages were more focused on attacks than on acclaims or positive statements. Few defenses were used. Policy was a more common topic than the candidates or parties. The incumbent acclaimed more, and attacked less, than the challenger both generally and in particular on past deeds. General goals ideals were used more to acclaim than to attack. These results are similar to those obtained in the content analysis of electoral debates, following the Functional Theory in the United States of America, Ukraine, South Korea and Israel, so it appears that there are some common characteristics in political debates that transcend borders.

Keywords: Spanish General Elections · Electoral debates · Functional Theory · Attacks

0. Introducción

Los debates constituyen una forma importante de mensaje en las campañas electorales. En primer lugar, permiten que los electores obtengan una valiosa información sobre los candidatos, no sólo en lo que se refiere a su mayor o menor dominio de los temas, sino también sobre su personalidad, aspecto que, en alguna medida, también está presente en la configuración de la decisión de voto. En segundo lugar, y como consecuencia del punto anterior, la cantidad de información obtenida en un debate es mucho mayor que la que se puede conseguir de otras formas de mensaje electoral como, por ejemplo, los spots o la propaganda en prensa.

En tercer lugar, y más específicamente en el caso español, la inexistencia de una normativa o costumbre en la práctica del debate político en campaña genera una expectación entre los electores que no se alcanza con otras formas de mensaje electoral. De hecho, el primero de los debates que se analizan en esta investigación fue visto por 11 millones de personas de los 35 con derecho a voto. Solamente dos veces en la historia de la democracia se celebraron debates televisados: en las elecciones de 1993 entre Felipe González (PSOE) y José María Aznar (PP), en las que hubo dos; y en las elecciones del mes de marzo de 2008, que enfrentó a José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) y a Mariano Rajoy (PP). En cuarto lugar, y también como consecuencia del punto anterior, la expectación mediática que suscitaron los debates llegó casi a dejar en segundo plano la existencia de las rutinas lógicas de una campaña electoral. La campaña de 2008 fue la campaña de los debates.

Quizá por los motivos expuestos más arriba, a diferencia de Estados Unidos, son aún muy incipientes las investigaciones sobre los debates que se han celebrado en España, más allá de referencias genéricas sobre su importancia en las elecciones de 1993 o algunas de carácter histórico, centradas fundamentalmente en otros países con mayor tradición en este tipo de mensaje (Rallo, 1998; Marín, 2003; Canel, 2006; Muñoz Alonso, 1992). Sí existe, en todo caso, un estudio sobre la influencia de los debates en la decisión de voto (Lledó, 2001), un análisis semiótico de los debates (Enríquez, 2005), un estudio retórico sobre los debates en las elecciones presidenciales de México en 2006 (Valbuena, 2008) y varias obras que abordan el debate desde la perspectiva del marketing político con técnicas sobre cómo se deben preparar y afrontar (Herrero, 2008, 2004; Barranco, 2003; Barnés, 2007).

Sin embargo, la amplia literatura existente sobre este tema en Estados Unidos (Benoit et al., 2002; Benoit y Wells, 1996; Daily, Hinck, y Hinck, 2008; Schroeder, 2000; Kraus, 1962, 1979, 2000; Friedenberg, 1994, 1997; Carlin y McKinney, 1994; Hinck, 1993; Hellweg, Pfau, y Brydon, 1992; Lanoue y Schrott, 1991; Jamieson y Birdsell, 1988; Swerdlow, 1987; Martel, 1983; Bishop, Meadow, y Jackson-Beeck, 1980 ó Bitzer y Rueter, 1980), nos permite conocer algunos aspectos que revelan su importancia como forma de mensaje político capaz de influir en las audiencias.

En otros países europeos, el estudio de los debates –a diferencia de España- ha generado ya una importante literatura científica. Así, en el caso alemán, Maier y Fass (2003) comprobaron que los debates de 2002 consiguieron influir en la imagen de los candidatos; y Reinemann y Maurer (2005), sobre los mismos debates, observaron que las propuestas y planes de gobierno así como los ataques polarizaron a la audiencia. Una primera aproximación al análisis de contenido la hicieron Baker y Narpoth (1981) sobre los debates de Alemania occidental en 1972, y concluyeron que se centraron más en los temas que en los candidatos. En Francia, Polonia y Grecia existen también algunos estudios reveladores: Gilbert (1982) examinó el contexto, las encuestas de opinión y los temas más destacados; Galasinski (1985) analizó la ruptura de las normas en los debates polacos de 1985; más recientemente, Matsaganis y Weingarten (2001) investigaron los temas, el estilo y la estrategia del debate del primer ministro griego en el año 2000. Aún así, como mantienen McKinney y Carlin (2004), es necesaria una mayor investigación en este ámbito para entender mejor la naturaleza de los debates y sus efectos, especialmente fuera de Estados Unidos. Pero sobre todo, aunque los estudios europeos referidos suponen un interesante inicio en esta corriente de investigación, es indispensable la aplicación de un marco teórico sólido.

La Teoría del Análisis Funcional para la investigación de los debates electorales propuesta por William Benoit sostiene que los candidatos utilizan tres funciones aplicadas tanto a los temas como al candidato: las manifestaciones afirmativas, propuestas o aclamaciones (acclaims), los ataques o críticas al oponente (attacks) y las defensas o refutaciones de los ataques (defenses). Este modelo ha sido aplicado a cada debate presidencial de las elecciones norteamericanas (Benoit, Blaney, y Pier, 1998; Benoit y Brazeal, 2002; Benoit y Harthcock, 1999; Benoit, McHale, Hansen, Pier, y McGuire, 2003; Benoit, Stein, McHale, Chattopadhyay, Verser, y Price, 2007; Benoit y Wells, 1996; Wells, 1999), y a otros debates en procesos de primarias. Estas investigaciones revelan que las manifestaciones afirmativas o propuestas son más comunes que los ataques, y éstos lo son más que las defensas. Los debates se centran más en los temas políticos que en los propios candidatos. Los resultados están pues en la línea de lo que demuestran otros estudios realizados en Israel (Benoit y Sheafer, 2006), Ucrania (Benoit y Klyukovski, 2006), Taiwán (Benoit, Wen, y Yu, 2007) o Corea del Sur (Lee y Benoit, 2005). Se cumple también lo que revelan las investigaciones mencionadas en lo que a la actitud de los políticos se refiere. Así, quienes optan a la elección suelen utilizar más el ataque que quienes buscan la reelección. De igual manera, las referencias a los temas o a las políticas son más comunes que las centradas en los candidatos.

En España no hemos encontrado ningún análisis que aplique la Teoría Funcional para el estudio de las funciones y los temas en los debates. En el ámbito de la comunicación política, sí se ha aplicado, por ejemplo, al análisis de los informativos en televisión (Abad et alt., 2003), al infoentretenimiento televisivo en las legislativas del año 2000 (Berrocal et alt., 2001), o a las elecciones autonómicas catalanas de 2006 en la prensa de referencia (Cebrián, 2008).

Por eso esta investigación busca, además, llenar el vacío existente en la literatura científica española y cumplir también con la función de réplica necesaria en el proceso de investigación para la confirmación de la teoría propuesta (Lamal, 1991; 31). Este trabajo analiza los dos debates celebrados en la campaña de las elecciones generales de 2008, que enfrentaron al socialista José Luis Rodríguez Zapatero –candidato a la reelección (incumbent) – y al conservador Mariano Rajoy –candidato a la presidencia (challenger) –.

1. Marco teórico

La Teoría del Análisis Funcional para la investigación de los debates electorales (Benoit, 2007) parte de la premisa de que el político buscar parecer preferible a otros candidatos para ganar las elecciones. Tres tipos de mensajes le permiten alcanzar su objetivo: las propuestas o manifestaciones, los ataques y las defensas. Las propuestas son declaraciones o manifestaciones de carácter positivo que destacan las cualidades, los logros o propuestas del candidato. Los ataques buscan evidenciar las limitaciones o debilidades del oponente (ya sea el candidato o el partido). Finalmente, las defensas son declaraciones que refutan los ataques del oponente.

El uso de uno u otro argumento responde a un análisis costo/beneficio para la imagen del candidato, si bien el resultado depende de la percepción que de su uso tengan los electores. Así, las propuestas pretenden ensalzar los beneficios del candidato; los ataques, reducir los beneficios que se puedan percibir del oponente; y las defensas, mitigar los costes que un ataque pueda provocar sobre el candidato.

Los candidatos, en el debate, tratan dos tipos de cuestiones: las relacionadas con la política (policy) y las que tienen que ver con la persona (character). Las primeras se refieren a aquellos asuntos que conciernen al país, a los que hay que hacer frente, así como las propuestas para solucionar los posibles problemas; en cambio, las cuestiones que se refieren al candidato guardan relación con las aptitudes o cualificaciones personales.

Los asuntos políticos, a su vez, se dividen en tres componentes. Los candidatos pueden hacer propuestas o atacar en tres áreas: los actos pasados (past deeds), planes futuros (future plan) u objetivos generales (general goals). Las acciones pasadas son decisiones adoptadas por el candidato con anterioridad. Los planes futuros se refieren a las promesas, las políticas que pretende desarrollar. Los objetivos generales guardan cierto parecido con los planes futuros, si bien tienen un carácter más genérico y no contienen, por tanto, suficiente información sobre las propuestas concretas para conseguirlos.

Las cuestiones sobre el candidato (character) se pueden también dividir en tres categorías: cualidades personales (personal qualities), capacidad de liderazgo (leardership ability) e ideales (ideals). La primera son características como la honestidad, el coraje, el compromiso. La segunda se refiere a la habilidad del político para dirigir el Gobierno y hacer frente a los problemas. En el caso de aquellos candidatos que ya han ocupado la presidencia, tienen que ver con su experiencia de Gobierno. En el caso de quienes optan por primera vez al Gobierno, se utilizan otros ámbitos (como el privado) que puedan ser tenidos en cuenta para demostrar la capacidad para dirigir el país. Finalmente, la tercera representan los principios y valores del candidato o del partido.

Este estudio confronta las seis hipótesis sobre las que se asienta la Teoría del Análisis Funcional del discurso político. La teoría expone que las propuestas no plantean inconvenientes, mientras que los ataques sí los pueden tener. Además, tal y como recogen algunos teóricos (Merril, 1984; Stewart, 1975), a los votantes no les gustan las afirmaciones que pudieran percibirse como calumnias, por lo que se podrían volver en contra de los candidatos que las hayan utilizado. Estos deben identificar un ataque para refutarlo, lo que podría dar información o ejercer una función de recuerdo en los votantes sobre la responsabilidad del que se defiende. Por otra parte, los ataques suelen lanzarse sobre alguna debilidad, por lo que la defensa a menudo suele obligarle a salirse del mensaje previsto. Por último, la defensa suele ser más reactiva que proactiva, lo que puede ser percibido de manera desfavorable por los votantes. Con arreglo a estas premisas, la Teoría parte de que:

FIgura 1. Formas de temas políticos
Fuente: Extractos de los debates.
Figura 2. Formas de temas relacionados con el candidato
Fuente: Extractos de los debates.

H1: Los candidatos utilizan con más frecuencia las propuestas que los ataques; las defensas son usadas en menor medida.

Existe la creencia de que las cuestiones relacionadas con la persona (imagen) desempeñan un papel importante. Sin embargo, la función de los políticos es desarrollar propuestas, por lo que la Teoría Funcional mantiene que:

H2: los candidatos tratan más sobre aspectos de política que sobre cuestiones personales o de imagen.

Los candidatos que optan a la reelección disponen de un recurso que no puede ser utilizado con la misma eficacia por los que optan por primera vez a la presidencia: los éxitos alcanzados en su etapa de Gobierno. Por el contrario, quienes no han ocupado la presidencia solamente pueden esgrimir éxitos obtenidos en otros ámbitos, si bien uno y otro argumento no tienen la misma efectividad. Por esa razón, quienes buscan la elección usan propuestas y ataques, aunque el que pretende ser reelegido utiliza más propuestas que ataques. Los que persiguen la reelección acostumbran a promulgar los objetivos cumplidos, circunstancia que el oponente aprovecha para atacarlos. Por eso:

H3: Quien está en el Gobierno utiliza más propuestas y menos ataques que quien aspira a ocuparlo.

H4: Quien está en el Gobierno usa más los logros pasados para hacer propuestas y menos para atacar que quien pretende ocuparlo por primera vez.

Finalmente, las dos últimas premisas se refieren a que a los candidatos les resulta más fácil hacer propuestas que atacar, tanto en cuestiones políticas como en las referidas a la persona (o imagen), concretamente a los ideales:

H5: Los candidatos utilizan los objetivos generales con más frecuencia para hacer propuestas que para atacar.

H6: Los candidatos utilizan los ideales o principios más para hacer propuestas que para atacar.

2. Método

En este estudio se analiza el contenido de los encuentros mantenidos por los candidatos de los partidos mayoritarios a la presidencia del Gobierno en las elecciones generales de 2008. Para ello, localizamos las transcripciones íntegras de los dos debates y seguimos las pautas desarrolladas en la Teoría Funcional en el análisis de otros (Benoit, 2007; Benoit y Klyukovski, 2006; Benoit y Sheafer, 2006; Benoit, Wen, y Yu, 2007; Lee y Benoit, 2005), para asegurar así la comparación en la réplica.

La Teoría Funcional unifica los textos en temas. Entendemos por temas, las ideas, propuestas o argumentos. Cada tema puede exponerse en una sola frase o en un párrafo. En primer lugar, se identificaron los temas en cada uno de los debates. A continuación, se dividieron según sus funciones: propuestas, ataques, defensas. Después, se dividieron teniendo en cuenta el asunto tratado: sobre política o sobre el candidato. Finalmente, se identificó la forma del asunto referido a la política y al personaje.

Se identificaron 1.277 temas. La fiabilidad entre codificadores se calculó utilizando el método Cohen’s (1960) Kappa, aplicado al 15% del contenido total de los dos debates, si bien Kaid y Wadsworth (1989) mantienen que entre el 5 y el 7% es suficiente. El índice Kappa fue de .87 para las funciones, .84 para los temas, .92 para las formas de los temas políticos y .88 para las formas de los asuntos referidos al candidato. Los valores obtenidos garantizan la fiabilidad si tenemos en cuenta que Landis y Koch (1977) sostienen que un .81 o más entre los codificadores reflejan un acuerdo perfecto.

3. Los debates

España sigue un sistema de gobierno parlamentario. Esto significa que los españoles no votan directamente al presidente sino que eligen a los miembros del Congreso quienes, a su vez, o bien por mayoría o como resultado de coaliciones, eligen al presidente. Aunque en España existe el multipartidismo, lo cierto es que los dos partidos mayoritarios (PSOE y PP) concentran el mayor número de votos haciendo que, de facto, el sistema parezca más bipartidista. A ello hay que unir el hecho de que los líderes del PSOE (José Luis Rodríguez Zapatero) y del PP (Mariano Rajoy) solamente aceptaron debatir ente sí y no con ningún otro candidato de los otros partidos políticos. El día 9 de junio, el Partido Socialista consiguió 169 escaños; el Partido Popular, 154; la formación nacionalista Convergencia y Unión, 10; el Partido Nacionalista Vasco, 6; Esquerra Republicana de Cataluña, 3; Izquierda Unida, el Bloque Nacionalista Gallego y Coalición Canaria, 2 cada uno; y la recientemente creada Unión Progreso y Democracia, así como Nafarroa Bai, un voto cada una. El Partido Socialista obtuvo la mayoría suficiente para formar Gobierno y José Luis Rodríguez Zapatero renovó su mandato por otros cuatro años.

4. Resultados

La primera hipótesis de la Teoría Funcional mantiene que, de las tres funciones, las propuestas son las más utilizadas, seguidas de los ataques y, por último, las defensas. Como demuestran los datos de la Tabla 1, ambos candidatos no hicieron mucho uso de las defensas; el candidato socialista realizó más manifestaciones que ataques que el popular (55% y 39%, respectivamente), y el candidato popular utilizó más el ataque que las propuestas (58% y 36%, respectivamente). Por ejemplo, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero prometió: “Crearé 150.000 viviendas de protección cada año durante la legislatura”. Esto significa que la primera hipótesis está respaldada sólo en lo que se refiere a un candidato.

Uno de los ataques más recurrentes por parte del candidato socialista consistió en asegurar que “el principal obstáculo ha sido una oposición que no aceptó el resultado electoral” y “que ha crispado, que ha enfrentado a unos ciudadanos de unas comunidades con otras, que se ha movido entre la mentira y la exageración” y “que no ha dudado en utilizar el terrorismo con fines partidistas”. El líder conservador también atacó en numerosas ocasiones a Rodríguez Zapatero asegurando que el socialista “necesitó romper todos los consensos de la Transición, incluido el pacto contra el terrorismo, para no tener testigos”, o que “necesitó mentir a los españoles sobre lo que estaba haciendo y dividir a la opinión pública para silenciar cualquier protesta”. El candidato socialista negó esta acusación en el mismo debate con esta defensa: “Nunca mentí. Jamás”. Los datos están recogidos en la Tabla 1.

Tabla 1. Funciones de los debates a la Presidencia del Gobierno 2008
-

Zapatero

Rajoy

Total

Manifestaciones

359 (55%)

232 (36%)

591 (46%)

Ataques

255 (39%)

372 (58%)

627 (49%)

Defensas

28 (4%)

31 (4%)

59 (4%)

Nota: Las filas pueden no sumar 100% debido al redondeo. Fuente: Elaboración propia.

La segunda hipótesis de la Teoría Funcional mantiene que los temas sobre política son más comunes que los temas sobre los candidatos. En el caso español sí se cumple esta hipótesis. Si bien es oportuno señalar el elevado porcentaje de cuestiones referidas a la persona, al candidato o al partido. Así, los temas sobre política supusieron un 75% entre los dos debates; y los referidos al candidato (imagen) un 24%. José Luis Rodríguez Zapatero propuso un programa sobre el agua: “De aquí al 2011 me comprometo a que haya ochocientos hectómetros cúbicos más en toda la cuenta del Mediterráneo con desalación, que equivale a tres millones de personas más que pueden abastecerse”. Mariano Rajoy, en cambio, insistió en la idea de la mentira y en minar la credibilidad del socialista. “No tiene usted ninguna autoridad moral para hablar ni de agricultores ni de ganaderos”, o “Usted no ha hecho nada ni va a hacer nada y las desaladoras emiten CO2 y van contra el cambio climático”. El índice de bondad de ajuste confirma que las frecuencias son significativamente diferentes (χ2 [1, 1219] = 321.48, p < .0001).

Tabla 2. Temas de los debates a la Presidencia del Gobierno 2008

Zapatero

Rajoy

Total

Política

474 (77%)

449 (74%)

923 (75%)

Candidato

140 (22%)

156 (25%)

296 (44%)

Nota: Las filas pueden no sumar 100% debido al redondeo. Fuente: Elaboración propia.

La tercera hipótesis de la Teoría mantiene que quien opta a la reelección utiliza más propuestas y ataca en menor medida que el candidato que intenta alcanzar la presidencia. En el caso español, esta hipótesis también se confirma. Las propuestas del candidato socialista supusieron el 55% y los ataques el 39%, mientras que las propuestas del candidato popular se situaron en un 36% y los ataques en un 58%. El índice de bondad de ajuste de los datos obtenidos muestran que estas diferencias son significativas (χ2 [1, 1218] = 49.04, p < .0001, φ = .2). Los datos están recogidos en la Tabla 1.

Tabla 3. Formas de los temas políticos en los debates a la Presidencia del Gobierno 2008
Hechos pasados

Zapatero

Rajoy

Total

Manifestaciones

125

44

169

Ataques

128

174

302

Total %

471 (51%)

Planes futuros

Zapatero

Rajoy

Total

Manifestaciones

68

18

86

Ataques

0

1

1

Total %

87 (9%)

Objetivos Generales

Zapatero

Rajoy

Total

Manifestaciones

112

145

257

Ataques

41

65

106

Total %

363 (39%)

Nota: Las filas pueden no sumar 100% debido al redondeo. Fuente: Elaboración propia.

La cuarta hipótesis plantea que el candidato del partido que opta a la reelección utiliza más los logros pasados en las propuestas o manifestaciones – y menos los ataques- que el que pretende ser elegido por primera vez. Esta hipótesis se confirma parcialmente en el caso español: Rodríguez Zapatero utilizó los logros pasados para hacer propuestas 125 veces, mientras que el candidato popular lo hizo en 44 ocasiones. En contraste, Mariano Rajoy utilizó los logros pasados para atacar en 124 ocasiones, y el candidato socialista en 128. El análisis estadístico revela que las diferencias son significativas (χ2 [1, 471] = 43.47, p < .0001, φ= .3). Ver la Tabla 3.

En cuanto a la quinta hipótesis, que mantiene que los objetivos generales son más utilizados para las propuestas o manifestaciones que para atacar, en este caso se confirma. Los candidatos utilizaron los objetivos generales para hacer propuestas o manifestaciones afirmativas 257 veces, y para atacar en 106 ocasiones. El índice de bondad de ajuste confirma que hay una diferencia significativa (χ2 [1, 363] = 62.81, p < .0001). Los datos se pueden comprobar en la Tabla 3.

La sexta y última hipótesis plantea que los temas sobre valores o ideales son más utilizados para hacer propuestas o manifestaciones afirmativas que para atacar. Aunque las frecuencias van en la dirección esperada (34 manifestaciones y 26 ataques sobre ideales), las diferencias no son estadísticamente significativas (χ2 [1, 60] = 1.07, p > .3). Los datos se recogen en la Tabla 4.

Tabla 4. Formas de los temas referidos a los candidatos en los debates a la Presidencia del Gobierno 2008
Cualidades Personales

Zapatero

Rajoy

Total

Manifestaciones

11

4

15

Ataques

51

94

145

Habilidades de Liderazgo

Zapatero

Rajoy

Total

Manifestaciones

19

11

30

Ataques

19

28

47

Total %

77 (25%)

Ideales

Zapatero

Rajoy

Total

Manifestaciones

24

10

34

Ataques

16

10

26

Total %

60 (20%)

Nota: Las filas pueden no sumar 100% debido al redondeo. Fuente: Elaboración propia.

Los dos debates se celebraron tras intensas reuniones entre los equipos de campaña de ambas formaciones políticas, siguiendo una misma estructura negociada, dividida en cinco bloques: economía, política social, política exterior y de seguridad, política institucional y retos de futuro. La aplicación de la Teoría Funcional al análisis de cada uno de los debates, por separado, permite conocer en qué bloques los candidatos utilizaron más los ataques, las defensas y las propuestas o manifestaciones afirmativas. La comparación entre los resultados de cada uno revela si se ha producido o no un cambio en la estrategia.

En el primer debate, Mariano Rajoy (que abrió la intervención), utilizó más propuestas o manifestaciones afirmativas en el bloque de política social, y menos en el que se centraba en retos de futuro. Los ataques en cada uno de los bloques fueron equilibrados: una media de 24. Es, en todo caso, llamativo que los ataques en el bloque de economía fueron inferiores a los realizados en política exterior y de seguridad. El candidato del PP se defendió, fundamentalmente, en el bloque de política institucional y no consideró necesario hacerlo en el apartado de economía ni en el de política exterior y seguridad. Los datos están recogidos en la Tabla 5.

Respecto a José Luis Rodríguez Zapatero, el mayor número de propuestas o manifestaciones positivas se concentró en economía. El bloque de política institucional fue el menos aprovechado. El candidato del PSOE concentró sus ataques en política social y en política institucional. El apartado de economía fue el menos utilizado. Si Rajoy sintió la necesidad de defenderse en el bloque de política institucional, el candidato socialista tuvo que hacerlo en el de economía y en los minutos dedicados a política social. Los datos están recogidos en la Tabla 5

Tabla 5. Categorías utilizadas en cada bloque temático en el primer debate
-

Economía

Política Exterior y de Seguridad

Política Social

Política Institucional

Retos de Futuro

Manifestaciones Política

R11 / Z39

R37 / Z19

R9 / Z22

R7 / Z16

R5 / Z32

Manifestaciones Candidato

R0 / Z0

R0 / Z0

R0 / Z5

R1 / Z0

R2 / Z0

Ataques Política

R23 / Z14

R26 / Z38

R27 / Z17

R24 / Z33

R23 / Z15

-

Economía

Política Exterior y de Seguridad

Política Social

Política Institucional

Retos de Futuro

Ataques Candidato

R8 / Z6

R6 / Z72

R17 / Z13

R14 / Z5

R10 / Z7

Defensas Políticas

R0 / Z2

R1 / Z2

R0 / Z0

R7 / Z0

R2 / Z0

Defensas Candidato

R0 / Z0

R1 / Z0

R1 / Z1

R1 / Z0

R3 / Z2

Donde R: Rajoy y Z: Zapatero. Fuente: Elaboración propia.

En el segundo debate, Rodríguez Zapatero abrió la intervención y centró sus propuestas o manifestaciones afirmativas en el último bloque, referido a los retos de futuro (42). Las realizadas en materia económica, de política social, exterior y seguridad estuvieron muy igualadas (23, 22 y 20, respectivamente). A una distancia considerable, las referidas a política Respecto a José Luis Rodríguez Zapatero, el mayor número de propuestas o manifestaciones positivas se concentró en economía. El bloque de política institucional fue el menos aprovechado. El candidato del PSOE concentró sus ataques en política social y en política institucional (12). El candidato socialista utilizó el segundo debate para atacar en el bloque de política social (17). La intervención de Rajoy en los apartados de economía, política institucional y retos de futuro recibieron el menor número de ataques. Zapatero tuvo la necesidad de defenderse en el tiempo destinado a política exterior y seguridad, y en el referido a los retos de futuro. Los datos están recogidos en la Tabla 6.

Respecto a la segunda intervención de Mariano Rajoy, las propuestas o manifestaciones afirmativas en el bloque de política social siguen siendo prioritarias (27), aunque bajan con relación al primer debate (37). El candidato refuerza además las realizadas en el apartado de economía (27). Se observa también un notable incremento en las propuestas efectuadas en los retos de fututo en comparación a las realizadas en el primer debate (14 y 5, respectivamente). Es en este bloque y en el económico donde Rajoy concentra sus ataques. El candidato conservador recurre a la defensa, principalmente, en la política social. Los datos están recogidos en la Tabla 6.

Tabla 6. Categorías utilizadas en cada bloque temático en el segundo debate
-

Economía

Política Exterior y de Seguridad

Política Social

Política Institucional

Retos de Futuro

Manifestaciones Política

R27 / Z23

R27 / Z22

R13 / Z20

R3 / Z12

R14 / Z42

Manifestaciones Candidato

R2 / Z2

R0 / Z4

R0 / Z2

R8 / Z9

R0 / Z0

Ataques Política

R23 / Z8

R12 / Z17

R14 / Z12

R11 / Z7

R23 / Z8

-

Economía

Política Exterior y de Seguridad

Política Social

Política Institucional

Retos de Futuro

Ataques Candidato

R3 / Z11

R7 / Z11

R26 / Z6

R27 / Z14

R12 / Z1

Defensas Políticas

R3 / Z1

R6 / Z2

R1 / Z5

R1 / Z1

R2 / Z5

Defensas Candidato

R0 / Z0

R0 / Z0

R1 / Z5

R0 / Z1

R0 / Z0

Donde R: Rajoy y Z: Zapatero. Fuente: Elaboración propia.

5. Conclusiones

Los resultados obtenidos del análisis de contenido vienen a confirmar en líneas generales la Teoría Funcional y se asemejan a los obtenidos en otros países. Las propuestas o manifestaciones de carácter informativo suelen ser las más utilizadas. A continuación, los ataques y finalmente las defensas. Las acusaciones constantes por parte del Partido Popular de que los socialistas habían negociado con los terroristas y las del PSOE, echando en cara a los conservadores que estaban utilizando el terrorismo como asunto político para la obtención de votos, se reflejó en los dos debates. De hecho, y a pesar de que ambos estaban divididos en bloques temáticos (economía, política social, política exterior y de seguridad, política institucional y retos para el futuro) tanto Mariano Rajoy como José Luis Rodríguez Zapatero se refirieron al terrorismo no sólo en el bloque destinado al efecto (política de seguridad) sino también en la introducción, la conclusión y en otros apartados.

El uso de las defensas suele crear la sensación en los votantes de que quien las utiliza es más reactivo que proactivo. Quizá por eso, y a pesar de la elevada cifra de ataques lanzados por ambos candidatos, el número de defensas es muy reducido. Ambos candidatos solamente recurrieron a ellas en un 4 por ciento de las intervenciones. La explicación a porqué a pesar de encontrar tantos ataques hay tan pocas defensas es porque cuando uno de los candidatos era atacado, en vez de defenderse decidía lanzar otro ataque. Solamente en un 4 % de los temas, ambos candidatos se defendieron del ataque.

Los candidatos a la presidencia del Gobierno utilizan los debates para discutir sobre cuestiones políticas más que sobre temas de imagen o del propio candidato. Esta hipótesis confirmada en el caso español sigue la misma línea que otras investigaciones realizadas en Estados Unidos (Benoit, 2007), Israel (Benoit y Shaefer, 2006), Corea del Sur (Lee y Benoit, 2005) y Ucrania (Benoit y Klyukovski, 2006). El motivo hay que encontrarlo en el hecho de que los votantes consideran más importante conocer los planes y las propuestas de Gobierno, las aplicaciones prácticas y las promesas para solucionar los problemas que otras consideraciones, quizá más abstractas, como los ideales, las convicciones, los valores o las cualidades personales. Sin embargo, y por el clima de tensión vivido en España en la última legislatura, conviene observar que un 24 por ciento de los temas se refirieron a cuestiones relacionadas con los candidatos, y buscaban principalmente minar la credibilidad del contrario.

El candidato a la reelección, José Luis Rodríguez Zapatero, utilizó más propuestas o manifestaciones afirmativas y atacó menos que Mariano Rajoy. Este resultado se encuentra de igual modo en los análisis realizados en Israel (Benoit y Sheafer, 2007), Taiwán (Benoit, Wen, y Yu, 2007), Ucrania (Benoit y Klyukovski, 2006), Estados Unidos (Benoit, 2007) y Alemania Occidental (Baker y Norpoth, 1981). La razón es sencilla: mientras que los candidatos que optan a la reelección ya han estado en el Gobierno y, por lo tanto, pueden hacer un repaso a las acciones desarrolladas y argumentar los objetivos cumplidos, en el caso de quienes optan por primera vez a la presidencia, no es posible. Con el mismo criterio, la mayor parte de los ataques lanzados por quien opta por vez primera a la presidencia se dirige fundamentalmente a acciones pasadas.

El número de ataques por quien pretendía la reelección es superior al número de manifestaciones afirmativas o propuestas: 128 y 125, respectivamente. La explicación hay que buscarla en la situación del candidato opositor, Mariano Rajoy. Si bien Rajoy no ha sido hasta ahora presidente del Gobierno, sí fue, en cambio, vicepresidente y ministro de Interior y de Educación en los gobiernos del PP (1993-2004). Se ha dicho en otro lugar de esta investigación que quien no ha ocupado nunca el Gobierno no podía argumentar los éxitos conseguidos. En este caso, Rajoy no ha sido presidente pero sí vicepresidente. Esta circunstancia fue utilizada por Rodríguez Zapatero para criticar algunas acciones desarrolladas cuando Rajoy ocupaba ese cargo. Por esa razón, en el apartado de retos u objetivos pasados, el número de ataques del candidato socialista es mayor que el número de propuestas o manifestaciones afirmativas. El mismo argumento es válido para explicar por qué son numerosos los ataques de Rodríguez Zapatero, tanto en las cualidades personales como en las habilidades de liderazgo. Igual que ocurre en otras investigaciones realizadas, los objetivos generales y los valores o ideales son más utilizados para las propuestas o manifestaciones que para atacar.

En cuanto a la relación entre las categorías utilizadas por ambos candidatos en cada uno de los bloques temáticos, Mariano Rajoy usó el apartado de política social para centrar sus propuestas o manifestaciones afirmativas en el primer debate y atacó por igual en cada uno de los bloques. Utilizó la defensa en el apartado de política institucional. Los ataques que cuestionaban la solvencia y la honestidad de Zapatero fueron elevados, sobre todo en el bloque de política exterior y de seguridad y en el apartado de política institucional.

Rodríguez Zapatero realizó más propuestas en el bloque de política social, atacó en los tiempos dedicados a ése mismo tema y a política institucional y se defendió en los apartados de política social y de economía.

En el segundo debate, Rajoy modificó su estrategia para hacer más propuestas en el bloque de economía, centrar los ataques en ese mismo apartado y en el referido a los retos de futuro, y para defenderse en el bloque de política social. El líder conservador aumentó los ataques, respecto al primer debate, que cuestionaban la capacidad y la honestidad de Zapatero en el bloque de política exterior y seguridad y en el de política institucional.

El candidato socialista también cambió el planteamiento. Las propuestas o manifestaciones afirmativas en el bloque destinado a los retos de futuro fueron muy superiores a las realizadas en el apartado de economía. Mantuvo los ataques, como en el primer debate, en el bloque de política social. Sin embargo, si en la primera intervención utilizó la defensa en economía y en política social, en el segundo la centró en los bloques de política exterior y seguridad y en el referido a los retos de futuro. A pesar de que en el primer debate apenas lo había hecho, en el segundo se defendió en los minutos dedicados a política exterior y de seguridad cuando Rajoy cuestionó su solvencia y fiabilidad.

La principal limitación de este trabajo radica en que quizá otros métodos puedan determinar variables que aquí no se contemplan, como por ejemplo la utilización de metáforas, expresiones o gestos, entre otras. Es evidente que existen importantes diferencias entre los sistemas políticos que pueden afectar a la naturaleza de los mensajes, pero también lo es que existen importantes similitudes en los mensajes de las campañas electorales que trascienden las fronteras.

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